Producir un Evento de Metal…
¿Sinónimo de “Rumba”?
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Hay personas que como el arroz quieren estar en todos los guisos, asi sea haciendo cualquier cosa con tal de estar en la “movida” y estar “bien con todos”; otros muchos ven la producción de los conciertos como una oportunidad para rumbear, farandulear, beber, etc con poco compromiso de la responsabilidad que esto realmente tiene, y existe otro mal llamado grupo de “amigos” que simplemente se aparecen los días del show con el ánimo de “ayudar” para simplemente meterse en el evento y disfrutar del mismo de manera gratuita. No sabemos cual de estos tres grupos le hace más daño a las productoras y en general a la escena misma de un país.
Sabemos que el rock y mucho menos el metal en Venezuela da oportunidades para vivir de el como medio de sustento decente… ahora bien, trabajar para todo el mundo, con el bueno, con el malo o simplemente con el que pague, no nos hace mas que mercenarios y eso tampoco luce mucho que se diga. Producir un evento es un trabajo, un trabajo en equipo hecho por personas que en la medida de la calidad del evento crean un prestigio y una reputación y es evidente que cuando eso sucede, ese bien llamado equipo se vuelve codiciado y hasta cierto punto envidiado por otras personas y es en esto donde el término lealtad pudiese tener algún significado por encima de los intereses faranduleros e incluso los económicos. El hacer un evento de metal para quien invierte de su dinero y de su bolsillo es un trabajo más que serio, pues quien es responsable sabe que su reputación, prestigio y credibilidad se juegan en cada concierto y estos valores son un efecto cascada para todos quienes conforman ese equipo y hacen un nucleo eficaz y efectivo de trabajo. Cuando esa experiencia y ese conocimiento, producto de quienes primero se arriesgan en hacer las cosas para que luego ese aprendizaje y experiencia sea diluída por actitudes de la jodedera, la rumbita y la caña con quien me diga para “echarle bola” es un asunto que desde nuestro punto de vista dice mucho de cada persona. A veces la exclusividad es lo que da el merecido reconocimiento que toda persona busca en este medio.
El ser tan pocos, con excasa infraestructura, con tan poco público y con tan pocas condiciones crea un caldo de cultivo para caer en continuas tentaciones sobre lo que en anteriores líneas hemos comentado. El hacernos populachos o muy solicitados ciertamente obedece a que son personas con la capacidad de trabajar y de resolver problemas, pero para llegar a eso hubo siempre una primera oportunidad y muchas otras oportunidades que nos hicieron crecer como personas y como profesionales; esa confianza en la mayoría de los casos debiese ser retribuida con adjetivos como seriedad y compromiso… y recuerden acá en este país muy pocos vivirán del rock, del metal o como quieran llamarlo, es desde el punto de vista de una empresa un atributo ligado directamente a la integridad de las personas que la conforman y una labor de hacer eventos no es un asunto de “rumba”.
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